La armonía entre adultos mayores y niños

Todos envejecemos. Esta afirmación, pese a ser absurda por evidente y por conocida, parece haberse olvidado (u obviado) por completo en esta sociedad. El trato que el mundo actual dispensa a los adultos mayores dista mucho del respeto que merece toda una vida de experiencia y conocimiento. El hacinamiento y la soledad a la que se ven abandonados muchos mayores es una metáfora más de la importancia que tiene la vida humana y el paso del tiempo, desplazado por el siempre joven, siempre en movimiento.
Por otra parte, llenar espacios que antes estaban asociados a múltiples actividades no es fácil, tampoco es fácil resignificar el destino que se le daba al tiempo, por ello, las redes sociales construidas a lo largo de la vida contribuyen de manera importante al proceso de redestinar el tiempo que irá quedando libre. Los grupos afines son un apoyo valiosísimo a la hora  de programar la vida en esta etapa.
Junto a ello, el compartir con niños y adolescentes puede ser una oportunidad única para ocupar ese tiempo libre y aprovechar de fortalecer lazos.

Relaciones Intergeneracionales

Las relaciones intergeneracionales son interacciones entre personas de diferente generación que viven un mismo tiempo.

Estas beneficiosas relaciones cubren ciertas necesidades e inquietudes como por ejemplo en los adultos mayores, educar, enseñar, transmitir valores y costumbres culturales o dejar un legado. Los menores se benefician de estas relaciones recibiendo cariño y cuidado, conservando una identidad cultural, aprendiendo de modelos positivos, del pasado, etc.

En la actualidad, los escenarios políticos, sociales y económicos se configuran en torno a la edad (mercados de consumo especializados, actividades de ocio diferenciadas según la edad o instituciones sociales diseñadas para un grupo de edad concreto) y pueden aislar a los adultos mayores, aumentando la distancia generacional.

El envejecimiento activo es clave para una vejez saludable, productiva e independiente. Se trata de aprovechar todas las oportunidades disponibles para conseguir el bienestar global de la persona. Fomentando las relaciones entre distintas generaciones, aumentamos las opciones de poner en práctica un envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional.

En relación al envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional se pueden diferenciar distintas metas más específicas que lo potencien. Por ejemplo, eliminar la posible visión negativa hacia la vejez ofreciendo una nueva y real imagen, aumentar las acciones llevadas a cabo por los adultos mayores en la comunidad que repercutan en otras generaciones o mejorar el acceso a la cultura, la educación y el ocio.

¿Qué beneficios obtienen las personas mayores de las relaciones intergeneracionales?

  • Mejora de la autoestima.
  • Cambios en estado de ánimo y aumento de vitalidad.
  • Disminución de aislamiento y sentimiento de soledad.
  • Aumento de oportunidades en acompañamiento.
  • Integración en vida comunitaria.
  • Seguir aprendiendo.
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